Debo decir
que animarme a abrir un blog de cine ha sido un camino un tanto tortuoso. Siempre
he sido de los que piensan que cuando vayas a hacer algo debes de tratar de ser
original y que si vas a decir algo, que ese algo por lo menos no se haya
repetido tantas veces.
Aunque quizá
peco de ambicioso. De cualquier manera antes de animarme comencé a investigar cuantos
blogs cinéfilos había, por lo menos los más conocidos en español. Y debo decir
que me ha impresionado la cantidad de blogs que existen, ya no en general, sino
de la temática cinematográfica. Hay muchos, y de buena calidad.
Confieso que esto me desanimó un poco, después de todo ¿qué tengo que decir yo en medio de tanta nota, de tantas letras, de tanta información? El ver una película, disfrutarla, analizarla, comentarla, el que sacuda cosas dentro mío, tiene como resultado una cosa: mi propia, subjetiva y única visión. Y esto, al final, es lo que tengo que decir, es mi bandera ideológica del blog. Y de eso es lo que quiero contarles en las líneas que vayan a venir en un futuro. Sí es que este blog tiene futuro. Por eso invisible y desconocido lector, deséame suerte, porque como puedes darte cuenta, al final si me animé.
Ah. Y bienvenidos
a Proyector Cinema.
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