domingo, 15 de julio de 2012

The Amazing Spider Man, reiniciando la franquicia.



















Por fin salió The Amazing Spider-Man después de tantas vueltas y rollos con la anterior trilogía y lo que sucedió entre Columbia Pictures y Sam Raimi. La verdad es que me acerqué a este reboot un tanto desconfiado, después de todo, es más que obvio que esta película la tenemos en cartelera por una cuestión casi desacaradamente comercial, ¿cómo Hollywood hace un remake y contarnos casi una misma historia sólo diez años después? ¿qué enfoque podrían darle para atraer al público?

Empezando tenemos a Marc Webb, sí, aquel director que de repente saltó a la fama por la película 500 days of Summer, una comedia romántica ciertamente propositiva que encantó a unos y a otros no tanto. Y podemos decir que la película si tiene un toque de esto, es decir, se mete un poco más que su antecesora en las entrañas de sus personajes, sobre todo de Peter Parker.

The Amazing Spider Man se toma su tiempo para contarnos las historias de sus protagonistas, sobre todo de Peter Parker y su entorno. Así, vemos cómo le afecta la ausencia de sus padres, cómo es la relación con sus tíos que lo adoptan, y cómo se desenvuelve en la escuela con sus compañeros. Peter Parker se nos presenta un poco más adolescente, casi inocente, la verdad es que el papel no le va mal a Andrew Garfield, quien representa un Parker introvertido, simpático, chico genio, callado, pero que defiende sus ideales.

La primer hora se nos presentan los personajes tal cual: tenemos a los tíos de Parker, interpretados por Martin Sheen y Sally Field, a Gwen Stacy el eterno amor de Parker interpretada por Emma Stone, al villano de la función el Dr. Curt Connors interpretado por Rhys Ifans, y casi como extras a los papás de Peter Parker y su némesis escolar Flash Thompson (Chris Zylka). Que estoy casi seguro tendrán más protagonismo en la próxima entrega.



















La historia perfectamente la podemos partir en dos, esta primer hora donde conocemos todo el ambiente donde camina y convive Peter Parker, su escuela, Gwen Stacy y familia, y el hogar con sus tíos. No es hasta la segunda mitad donde la película nos comienza a contar como se comienza a convertir en Spider-Man, píquete de araña incluido y descubrimiento gradual de sus poderes.

Esta segunda hora de hecho, que es incluso donde transcurre toda la acción de la película, curiosamente fue la que se me hizo más cansina, porque a final de cuentas es una historia que ya nos habían contado, sólo que ahora con nuevos actores, mas básicamente es lo mismo: la transición y descubrimiento de Parker a ser un héroe que defiende la ciudad, el como decide llamarse Spider-Man, la relación con su pareja protagónica, e incluso esa relación paternalista con el villano, quién era el mejor amigo de su padre, y que vemos como termina transformándose en Lagarto.

Tenemos batallas entre Spider-Man y Lagarto, con Gwen Stacy entre ellas corriendo peligro. Y el obligatorio final climático donde se enfrentan nuestro héroe y el villano, a golpes y acrobacias. También podemos decir que la cinta respeta la esencia de Spiderman, es decir, un superhéroe totalmente humano, que se lastima, que confecciona su propio traje, que sangra y se hace moretones, y que al final del día aún tiene tiempo de llevarle a su tía lo que le encargó de la tienda.



















Y por supuesto, el hecho de que no es fácil ser Spiderman, ya que conlleva una serie de cargas y responsabilidades, que al final nos hacen ver a nuestro héroe un tanto solitario, todo en el afán de proteger a sus seres queridos y cercanos.

Creo que donde veremos el verdadero potencial de esta nueva franquicia es a partir de su segunda parte (ya confirmaron que será una trilogía). Después de todo, aquí nos tenían que contar todo de nuevo, y presentarnos la relación entre estos personajes que ya nos llevarán a más situaciones en las siguientes entregas.

No se me hizo mala película, sólo ese regustillo de que esa historia ya la habíamos visto hace tiempo, pero igual quitándonos ese prejuicio podemos decir que es una película disfrutable y que Webb ha arrancado la franquicia de una manera digna, basándose en la relación de los personajes, teniendo a Peter Parker como eje central de todo.




















De los efectos visuales, creo que estuvo bien que no abusaran del CGI, y pues bueno, hay por ahí un par de escenas que el director nos regala para poder ver plenamente el traje de Spider-Man en acción (escenas me imagino hechas para el 3D), pero en total las acrobacias de nuestro héroe se ven bastante naturales en el filme.

Una película que al final se siente parte de una historia más larga, ya veremos a donde nos llevan al arácnido esta vez, donde al parecer la fórmula es, más que espectacularidad, una historia de personajes y de las decisiones que toman, lo cual creo que será bueno para esta nueva saga, ¿no lo creen?

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