Bueno, pues ya ven que en los EU es común que se demanden los unos a los otros. ¿O podemos decir que las productores hollywoodenses se pasan de vivillos? En fin, el caso es que la producción de Toro Salvaje 2, continuación de la otrora clásica película de Scorsese y De Niro, pues está detenida en su filmación, porque el estudio MGM presentó una demanda por violación de los derechos propiedad de la historia.
La demanda exige "compensación por los daños y un castigo ejemplar de un volumen suficiente" para evitar que otros puedan obtener beneficios similares en el futuro.
MGM considera que la productora "ha buscado publicitarse como la secuela de Raging Bull" e intenta "crear confusión comercial entre ambas películas". También alegan que el exboxeador Jake LaMotta (de quien trata la historia) no podía ofrecer los derechos de la secuela de su libro de memorias sin antes consultarlo con la casa productora.
Dicha secuela está dirigida por Martin Guigui y en el papel principal con William Forsythe.
Por cierto, ni Martin Scorsese ni Robert DeNiro, protagonista de la famosa película de 1980, se encuentran involucrados en este nuevo proyecto.
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