sábado, 28 de julio de 2012

Érase una historia de gringos y mexicanos.



















Apenas pude ver la película Atrapen al Gringo (Get the Gringo 2012). La verdad es que no me llamaba mucho la atención por el buen Mel Gibson que le tengo como mala idea, ya que sus proyectos de unos años para acá me dan cierta pereza. El caso es que me acerqué a esta película por el tono desenfadado que se le veía ya desde los tráilers, como si fuese una película simple sólo para entretener. Y creo que sí lo cumple.


La historia es acerca de un gringo (Mel Gibson), que está huyendo de la policía norteamericana, y en un intento desesperado por huir de ellos, atraviesa la frontera hacia México en su auto de una manera un tanto accidentada. Al llegar acá a nuestro colorido país, lo arrestan autoridades mexicanas, quedándose éstas con la fuerte suma de dinero que el gringo traía en el auto, encerrándolo a él en una cárcel de Tijuana, llamada El Pueblito.


Ahí es donde veremos como el gringo intenta sobrevivir, con la ayuda de un niño adicto al tabaco (Kevin Hernández) y de su mamá (Dolores Heredia) donde no sólo se adaptará a las leyes y normas de la cárcel, sino que veremos como termina dando la vuelta y haciendo un caos en la microsociedad interna de la prisión.

De hecho, de las cosas más atrayentes del film, tenemos toda la átmosfera de la cárcel, por supuesto una prisión totalmente tercermundista, llena de corrupción, drogas, mujeres, niños, capos, sobrepoblada y con música de la Banda Machos de fondo.


De hecho en palabras del director, dicha cárcel está basada en una prisión que sí existió llamada también El Pueblito, en la ciudad de Tijuana, donde había bares e incluso peleas de box, y los presos podían salir en el día, aunque tenían que regresar en la noche.


Podríamos decir que la cárcel en sí es un personaje más de la cinta, y funciona como eje de toda la película donde se mueven nuestros personajes. Aunque señores, estamos ante una comedia de acción, dicha prisión mas bien se nos presenta colorida, muy bien trabajada en su ambientación, con una fotografía saturada, y con elementos kitsch-católicos-mexicanos, y no tan llena de drama.

Atrapen al Gringo, es una película divertida, sin complicaciones, tenemos nuestro gringo hero estafador (Mel Gibson), personaje inteligente, astuto y en quién recae por supuesto gran parte de la cinta, ya que él es el bueno, muy bueno, y tiene que burlar a los malos, muy malos, papeles que recaen en Daniel Giménez Cacho como capo de la cárcel y Peter Stormare como el americano que va detrás de nuestro héroe.



















Ópera prima del director Adrian Grunberg, encontramos una película muy fácil de digerir, con un guión ágil, sin rollos, hecho para el lucimiento de Mel Gibson, y de todo el universo visual que pudiera tener una carcel mexicana de esta índole. Ni qué decir que el personaje es un antihéroe que está hecho totalmente para Gibson, incluso recordándonos a ese Gibson de los noventas con Arma Mortal.

Aunque la cinta toque temas peliagudos como la corrupción en cárceles y que no nos deja tan bien parados a los mexicanos, no hay que tomársela tan en serio. Al final es una buena película, de acción comedia, con pequeños tintes de drama, realizada para pasar un buen rato y punto. Creo que estas películas ligeras le sienten bien al polémico Mel Gibson.

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